Hoy nos hemos permitido el lujo de comernos un par de huevos fritos con patatas fritas. En esta época del año el color de la yema es sencillamente un espectáculo. Ya se que el biquini está cerca, pero algo tan delicioso, no puede ser malo para el cuerpo. Por si las moscas, decidimos coger las bicis, no se muy bien si para disfrutar o para compensar la generosa comida. Lo cierto es que nos hemos dado un paseito campestre que nos ha sentado de cine. Con la comida, como con todo, sólo hay que buscar el equilibrio.
A pesar de parecer un poco arcaicos, tenemos que confesar que este es nuestro plato favorito de todos los tiempos 🙂
Muy rico!
Estoy contigo. Tan simple, tan de siempre y tan rico!!